Este verano he estado de museos por Madrid, pero me vine sin poder visitar una de las obras de uno de los grandes del Movimiento Moderno en España: el gimnasio del colegio Maravillas de Alejandro de la Sota. Y es que en verano los colegios cierran.
Las ganas de visitar el edificio las tengo desde la primera vez que lo vi en la biblioteca de la universidad, hace ya unos cuantos años. Sin embargo, fue al visitar en Mayo la exposición ‘100 años con Alejandro de la Sota’ en el CGAC cuando mis ganas se vieron renovadas.
El gimansio de Maravillas tiene ya 22 años. No sé por qué en el año 1960 lo hice así, pero lo que sí sé es que no me disgusta haberlo hecho.
Creo que el no hacer arquitectura es un camino para hacerla y todos cuantos no la hagamos, habremos hecho más por ella que los que, aprendida, la siguen haciendo.
Entonces se resolvió un problema y sigue funcionando y me parece que nadie echa enfalta la arquitectura que no tiene
Alejandro de la Sota, 1985
Pero no todo iban a ser decepciones, y la exposición itinerante que me encontré en el CGAC sació mis ganas de De La Sota. Con planos, croquis, fotografías y maquetas no solo de sus obras más conocidas, si no también de algunas de su época de estudiante, o de concursos que no consiguió ganar, recorremos su obra desde sus orígenes hasta los últimos años.